El Colegio Winterhill Viña del Mar fundamenta su acción educativa desde una visión humanista, integral y libre de la persona. El ser humano es pluridimensional, responde a la vida no sólo con el cerebro (el intelecto), sino con toda la personalidad, es singular, esto es, único y distinto; social, o sea, participante y responsable de la sociedades que vive, y es libre, lo que significa que es capaz de ejercer la libertad a través del desarrollo de su autonomía.
Los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y la sociedad en la que nacen tiene el deber de entregarle el máximo de posibilidades para permitirles su máxima realización personal permitiéndoles de este modo ser felices. La educación, como hacer humano y herramienta vital de la sociedad para desarrollar en quien se educa sus potencialidades que le permitan esa plena realización, debe poner en el centro de su quehacer a esa persona que se está educando. Desde su comienzo el Colegio definió que el alumno y la alumna, por la dignidad de su ser persona, tienen el derecho de crecer y madurar en libertad, en un espacio educativo que los acoja con afecto y respeto, en el cual ellos compatibilicen la satisfacción de sus intereses individuales y colectivos en tanto alumnos, con el generar respuestas satisfactorias a las exigencias que el medio familiar, educacional y social definen como necesarias a ser cumplidas en cada etapa de su desarrollo.
Educamos en y para la libertad, por ello la vida escolar debe cimentarse más en la iniciativa de los alumnos y alumnas y de sus profesores en consenso, que en la imposición de normas. Estas, que regulan la convivencia escolar, deben construirse a partir de la discusión democrática y participativa de los actores del proceso educativo y acatarse como un acto de responsabilidad social.
El Colegio asume que “la educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los Derechos Humanos y a las libertades fundamentales “como declara en el artículo 26, inciso Nº 2 la Declaración de los Derechos del Hombre.
El Colegio entiende al quehacer pedagógico como un proceso permanente en el que la enseñanza se entrega tanto en sus aulas como en el hogar y en el medio social, y que los valores esénciales que buscamos desarrollar en los alumnos y alumnas: el respeto, la autonomía, la solidaridad y la libertad, se expresan en la convivencia escolar cotidiana por lo que integra como elemento importante de su ideario el poema:
EL NIÑO APRENDE LO QUE VIVE.
Si vive criticando,
aprende a condenar.
. Si vive con hostilidad,
aprende a pelear.
Si vive avergonzado,
aprende a sentirse culpable.
Si vive con tolerancia
aprende a ser tolerante.
Si vive con estímulo
aprende a confiar.
Si vive apreciado,
aprende a apreciar.
Si vive con equidad,
aprende a ser justo.
Si vive con seguridad,
aprende a tener fe.
Si vive con aprobación,
aprende a quererse.
Y…..si vive con aceptación y amistad,
aprende a hallar amor en el mundo